No es la primera vez que nos topamos con un holograma capaz de reaccionar al tacto, pero a diferencia de otros modelos, el nuevo proyecto de
Microsoft Research ha logrado ganarse el apelativo de "interactivo" por méritos propios. El nuevo sistema holográfico de la casa ha sido bautizada como Vermeer y como principales bazas presume de no tener que esconder su pantalla de 360 grados tras una cúpula de cristal para obrar su magia y de un diseño algo menos aparatoso de lo que cabría esperar. Por extraño que pueda parecer, el invento es capaz de hacer flotar un objeto 3D en el aire mediante un reflector con forma de parábola y, gracias a una serie de sensores o el ya célebre Kinect, rastrear los movimientos de los dedos. De este modo, el juguete permite que el usuario pueda interactuar con la proyección como si se tratara de un objeto normal en el mundo real. Podríamos desglosarte su funcionamiento en líneas y más líneas, pero lo mejor será que eches un ojo tras la pausa para que puedas verlo en acción directamente.
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