Ya han pasado diez años, toda una década, desde que los primeros iPods aparecieron en el mercado, revolucionando la industria de los reproductores MP3 y la música en general. La historia de lo sucedido es de conocimiento popular, pero a pesar de eso merece la pena echar la vista atrás, porque los iPods no fueron los primeros reproductores digitales a la venta, tampoco los más pequeños, y ni los que ofrecían el mayor espacio de almacenamiento. De todas formas, ninguna de esas características importó demasiado, porque llegaron a dominar el mercado con su atractivo diseño e intuitiva interfaz.
Muchos opinan que los iPods consiguieron el resurgimiento de Apple, después de varios problemas económicos y de liderazgo sufridos a finales de los ochenta y principios de los noventa. Estos pequeños aparatos ayudaron a que el nombre de la compañía pasara a formar parte del vocabulario diario, y obtuviera ganancias hasta entonces imposibles.
Las nuevas generaciones de iPod ya casi no usan esa curiosa ruedita, y es que han evolucionado para conquistarnos con pantallas táctiles y conexiones inalámbricas. Eso no importa, porque la rueda, que actualmente sólo se puede ver en los iPods classic y que desaparecerá en cualquier momento, se ha ganado un espacio en la historia de los grandes productos tecnológicos, y en el corazón de los usuarios que llegaron a usarla.
¡Feliz cumpleaños iPods! Y gracias por tantas horas de diversión.
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