Hace unos dias comentaron sobre la actualización a 2.3 para el Samsung Galaxy S, y es por estas horas que dicha actualización se ha detenido, y quien lo ha cancelado es el mismo Google.


La razón hay que encontrarla en un problema en la optimización de la plataforma, que hacía que el Samsung Galaxy S no funcionase todo lo fino que se suponía que debía hacerlo con Android 2.3. Desde luego, todo un jarrazo de agua fría para los usuarios que estuviesen a punto de iniciar el proceso y se viesen con la cara de haber terminado antes de empezar. Por el momento, Google no ha dado pistas de cuándo podría resolver el problema, así como cuál es exactamente la incidencia que ha obligado al gigante de Mountain View a recular y evitar que los usuarios actualizaran sus Samsung Galaxy S a Android 2.3.3 Gingerbread.