El proyecto que tiene como objetivo crear
la pantalla 3D más grande del mundo que
no requiere lentes especiales para
visualizarse, no es uno más de los tantos
prototipos que habitan parasitariamente
en las páginas de tecnología de la web
durante un tiempo hasta que caducan por
su inactividad, arrastrando las expectativas
con ellas. Esta pantalla ya está siendo
probada y sus resultados no paran de
generar satisfacción.
El objetivo está encabezado por un grupo
de científicos reconocidos del Instituto
Nacional de Información y Tecnología de
la Comunicación (NICT), oriundo de
Japón, ya desarrolló una pantalla de 70
pulgadas también en 3D y sin la
necesidad de utilizar gafas especiales. La
idea es crear un marco en donde
diferentes participantes puedan
interactuar con las imágenes ultra
realísticas y a tamaño natural que
intentarían evocar con la pantalla, cuyo
proceso de elaboración todavía está en
desarrollo.
Para crear tamaño lienzo multimedia, los
ingenieros debieron utilizar un método en
donde la proyección se hiciera desde
atrás de la pantalla hacia la audiencia
(retroproyección.) utilizando una pantalla
de acrílico con la capacidad de dejar
pasar las imágenes sin distorsionarlas.
El hardware utilizado por el NICT
incluye 60 proyectores que trabajan de
forma independiente apostándose en
diferentes puntos, por lo que logran crear
la técnica llamada paralaje, que al trabajar
con la desviación angular y diferentes
puntos de percepción, permitiría una
visualización en tres dimensiones sin
necesidad de gafas 3D que, como es
sabido, tienen tantos seguidores como
detractores.
Las dimensiones de la pantalla han
quedado limitadas a la nada despreciable
medida de 200 pulgadas, porque la idea
del NICT es crear un producto que
también pueda ser comercializado para
utilizarse en museos, institutos y demás
establecimientos donde la interacción a
tamaño real con proyecciones de alta
calidad puedan ser utilizados para
distintas actividades.
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