La compañía norteamericana THQ
estuvo a punto de contratar a Jason West
y Vince Zampella tras abandonar Infinity
Ward, según reveló el vicepresidente de
THQ, Danny Bilson, a la revista Wired.
"Estuvimos a punto de contratar [a
Respawn]. Vi a [West y Zampella]
recientemente y dijeron que el único
desacuerdo era en un punto, algo en lo
que yo no podía ceder".

El punto del desacuerdo, según Bilson era quién sería dueño de la propiedad
intelectual. West y Zampella querían el control total de cualquier juego que
desarrollaran en su nueva andadura, algo que THQ no podía concederles, por lo que optaron por firmar con Electronic Arts. "Mi responsabilidad con los accionistas y con el CEO de mi compañía es crear una biblioteca de
juegos propios", comentó Bilson. Si
hubieran cedido en ese punto con
Respawn, eso hubiera sentado un
precedente con otros desarrolladores,
algo a lo que no estaba dispuesta la
compañía norteamericana.

Vince Zampella confirmó la veracidad de
esta historia. "En lo relativo a ser dueños
de la propiedad intelectual, después de lo que pasamos con Activision, ser
dueños de la IP que íbamos a crear era
importante para nosotros. Por desgracia, THQ no quiso llegar a un acuerdo con eso."