En comparación con los discos
duros tradicionales, los SSD son más
resistentes a los golpes, son inaudibles al
carecer de piezas mecánicas y tienen un
menor tiempo de acceso y de latencia.
Los SSD hacen uso de la misma interfaz
que los discos duros, y por tanto son
fácilmente intercambiables sin tener que
recurrir a adaptadores o tarjetas de
expansión para compatibilizarlos con el
equipo. Aunque técnicamente no son
discos a veces se traduce erróneamente
en español la ´D´ de SSD como disk
cuando en realidad representa la palabra
drive, que podría traducirse como unidad
o dispositivo.
En un comunicado, Intel escribe que la
nueva serie 310 representa un
rendimiento en la clase X25, pero con
un tamaño 8 veces inferior. Las unidades
tienen dimensiones de 51x30 mm y un
espesor de solo 5 mm, según puede
apreciarse en la imagen. El peso es de 10 gramos.
Intel SSD 310 está disponible en
versiones de 40 GB a 99 dólares (74
euros) y 80 GB for 179 dólares (135
euros).
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